miércoles, 8 de febrero de 2012

Juan Carlos López


La geometría de Juan Carlos López es enérgica pero sin llegar a ser espectacular. Contiene la limpieza de las diagonales hasta su justo punto, no gustándole al artista la profusa disposición de elementos sobre el cuadro. Algo de agradecer cuando se trata de contemplar formas.

El pintor es un verdadero maestro en perfilar líneas puras, siendo la depuradísima técnica uno de sus valores más indiscutibles. Aunque lo es más el perfecto equilibrio que Juan Carlos López plasma en el conjunto del cuadro. Mada sobre sale sobre el resto de los elementos. No solo en lo que se refiere a forma y color, sino al fondo, que a veces es estructura, y a la estructura, que a veces es fondo.


A pesar de la armonía de elementos la geometría de López es incisiva, incomoda, como si previniese una próxima explosión de formas. López es un diestro espadachín de diagonales. Pero finalmente, siempre contenidas.

El pintor es poco prolífico, factor a no criticar cuando se trara de abstracción geométrica, pero esperamos con impaciencia ver sus futuras obras para ver hacia donde avanza su investigación.

lunes, 6 de febrero de 2012

José Rosario Godoy


Con un artista de la categoría de José Rosario Godoy es un placer volver a escribir sobre abstracción geométrica. Hablamos de un abstracto geométrico maduro, pero con mucho tiempo por delante.

El trabajo de Godoy oscila entre la pintura y la escultura.  Sus obras parecen esculturas pintadas o pinturas esculpidas, generando una tensión en el espectador a la hora de identificar sus piezas. Esta tensión se agudiza por el sabio empleo de falsas perspectivas creadas intencionalmente por las formas.

Este juego óptico, el ilusionismo, constituye uno de los pilares de su trabajo, siempre supeditado a la  abstracción y a la geometría. Podría decirse que el artista es uno de esos artistas geométricos que no sabes deshacerse del lastre el eje XYZ, aunque observadas detenidamente, sus obras son planas desde el punto de vista físico, aunque contempladas desde el punto correcto las piezas posean un marcado e increíble caracter escultórico. Quizá aquí también se plasme la tensión de sus obras.

Solo con una mirada traicionera a la obra por su costado es posible dilucidar si se trata de esculturas o pinturas. Me pregunto qué pensará Godoy cuando ve a un espectador mirar al costado de las obras.

Esta tensión entre lo físico y lo ilusorio se da especialmente en su virtuosa serie Entre líneas, donde el artista retoma la paz de las líneas paralelas  y el ángulo recto para abandonar definitivamente todo rastro de organicidad, que sí podemos encontrar en su serie Poemas, igualmente destacable.

Godoy es un gran colorista. En Entre líneas opta por una acertada elección de colores sintéticos, acorde con una meditada abstracción geométrica, aplicados magistralmente. El resultado es una delicia de forma estructurada que gusta por su ilusoria o no corporeidad, su cromatismo vivo y su desequilibrio entre tensión y armonía.

Desde luego, uno de nuetros artistas preferidos.

Entrevista José Rosario Godoy

domingo, 7 de agosto de 2011

Luís Millé


Luís Millé es un tipo complejo. Su trabajo oscila entre la arquitectura y la escultura en proceso de arquitectización de ésta. A buen seguro que Millé es admirador de la obra de Calatrava.

No obstante, como artista abstracto que es (¿existe alguna arquitectura que no lo sea?), y como sabio combinador de planos en el espacio, no podemos dejar de analizar un poco su obra, siempre con buenas intenciones, que ya hay demasiasoa conflictos en el mundo.

Millé es un general de diagonales. Las instruye por cientos para que formen ritmos dinámicos y perspectivos. Es quizá uno de los artistas abstracto geométricos que imprime un movimiento más impulsivo y enérgico, en ocasiones hasta el punto de la espiral, de movimiento infinito.

Uno de los aciertos de Luís Millé a la hora de conformar sus estructuras es la elección de materiales, donde hace guiños evidentes a la arquitectura, acompañando a la forma de la materia adecuada.

El artista reflexiona, a mi parecer, muy acertadamente cuando explica su obra:


“En los modelos tensos estructurales, pienso que se evidencia esto, si en uno de sus puntos se segmenta, estos dejarían de inmediato de ser, es así como la energía se direcciona y autentifica la forma. Forma y energía. De ahora en adelante, éstas nos están dejando ver lo que las sustenta”.

No obstante, recurre demasiado a las piezas seriadas, donde un mismo segmento se repite un determinado número de veces y eso puede que reste creatividad en las piezas de este escultor.

Podíes encontrar numerosos textos y obras del artista en su nutrido blog.
Luis Millé

sábado, 6 de agosto de 2011

Gregorio González


Gregorio González es un artista abstracto puro, o al menos él así se presenta en su propio blog. No hay atisvos de figuración alguna en la obra expuesta, ya sea de 2007 o de este mismo mes, y eso le honra.

Su última serie, Escala en la penunbra, se compone de obras recorridas por anchas bandas cromáticas bien definidas que oscilan por la gama de los azules. Es quizá una investigación sobre los valores cromáticos y una evocación al océano, que ruge incontenible desde el azul más oscuro hasta el agua azulina del caribe.

El propio artista dice que "es muy recomendable en un tiempo en el que se impone el pensamiento único, no obviar la amplia gama de ideas y matices que conforman nuestra existencia", seguro en relación a la gama cromática.

En contraposición a ésta, Gregorio González tiene también una serie, también muy interesante, que lleva el nombre de Cartografía del silencio. Aquí ofrece gometrías elementales en solo dos colores donde se constata radicalmente que la línea es la semilla del plano.

Aprecio la valentía de González en esta serie, mucho más cálida y viva que Escala en la penumbra, donde el artista ha mostrado cierto desdén dando por válido el ya manido recurso de las gamas de color.

Este trabajo bien definido sí se ha dado en los originales retablos de González, donde hace una lectura de las valiosas tablas en clave geométrica.

El esfuerzo de González también se constata en su empeño por no emplear las diagonales, ese endemoniado invento barroco para vender cuadros, y en el estudio de la forma vertical.

Esto mismo supone un esfuerzo, dado que resulta complejo componer en espacios demasiado estrechos. La reducción de la superficie es resuelta por González a través de una amplia gama cromática, de los rojos a los azules, y la fragmentación de las formas, lo que las dota de movimiento y jovialidad.

En Abstraccion Geométrica seguiremos de cerca los trabajos de Gregorio González, porque serán muchos y mejores.

gregoriogonzalez.blogspot.com

viernes, 5 de agosto de 2011

Fernando Martín Godoy




Fijaos en la abstracción geométrica de Fernando Martín Godoy (). Qué serena parece, con qué claridad manifiesta todas sus partes, que bien acabada. Sirven tres colores para dar autonomía al cuadro, de abstracción ruda e imponente.

Pues es una caja. El cuadro se llama La caja.

Los que sólo tienen educados el ojo para lo objetivo siempre buscan formas naturales en la obra abstracta. Dicen "Ah! parece una barca no?" y hay que explicarles que no, que no hay figuración alguna. A mi sin embargo me ha pasado al reves. Quise ver abstracción donde no había más que paisajes.

Cuando Martín Godoy deje de pintar cochecitos y paquetes de tabaco y se lance al oceáno infinito de la abstracción habrá que contar un nuevo pintor abstracto llegado del caballete, que dista mucho del pintor abstracto puro, que es aquel que comienza su andadura desde la propia abstracción, sin ser necesaria la geometría.

La abstracción de Martín Godoy tendrá grandes planos de traza diagonal y una acusada economía cromática, siempre, sea dicho, ayudada por el negro.

No obstante yo mismo me considero admirador de la futura abstracción de Martín Godoy, y ardo en deseos de que abandone de una vez el lastre de la figuración y reflexione sobre la forma pura. Seguro que será una gran abstracción.

jueves, 4 de agosto de 2011

Carlos Evangelista


La obra de Carlos Evangelista (1943) está en plena forma y nos complacería que su geometría alcanzase el lugar que se merece con los años.

Hablo en futuro porque Evangelista tiene, a juzgar por sus formas y colores, ganas y tiempo para seguir estrujando el ángulo de 90º y las superficies cromáticas.

La coherencia de Evangelista se manifiesta en el ritmo pausado de los tonos y los planos amplios. Es un ritmo que invita a la reflexión y el silencio.

Este tipo de sensaciones sólo se adquieren cuando el estilo lleva muchos años definiéndose, preguntándose así mismo. Cuando se da el conocimiento de la forma ya sólo queda su disfrute.

Una de las críticas que se le pueden hacer a Evangelista es el abondono de su propia doctrina cuando trabaja en piezas escultóricas, mucho menos puras y equilibradas que los óleos, aunque todo remite de nuevo a la paz cuando se comntemplan sus sabios y medidos colores. En perfecta simbiosis con las formas que los soportan.

domingo, 26 de junio de 2011

Elena Asins



Todos los amantes de la abstracción geométrica tienen una cita ineludible en la muestra que el MNCARS dedica a la madrileña Elena Asins. Aunque más que una cita deberíamos decir una misa a juzgar por la pureza y calidad de las geometrías de la reciente septuagenaria artista.

Allí se exponen por doquier los ángulos rectos, los planos y las líneas en una lujuria matemática por la que todo amante del estilo debería quitarse el sombrero.

Asins es una purista, una ortodoxa ortogonal, un orgasmo perpendicular que eriza las escarpias con la misma intensidad que otros maestros mil veces más reconocidos.

Un paseo por la muestra significa no saber por qué obra decidirse. Si por las extralargas impresiones de planos sabiamente conjuntados o por la infinitesimal delicadeza de dos líneas paralelas que acaban besándose para asombro de los matemáticos.

La obra de Elena Asins no es solo desde luego un ejemplo de la mejor abstracción geométrica de la historia del arte, es también la prueba definitiva de cómo los mercados, los críticos, los catedráticos y demás sanguijuelas de la creación han relegado a un segundo plano una trayectoria artística por el simple hecho de ser creada por una mujer.

Porque Asins, insisto, está a la altura de los grandes maestros geométricos de la segunda mitad del XX, y probablemente muchos, yo mismo, no la conocíamos, como si lo hacíamos, por ejemplo, con el autor que ilustra la cabecera de este blog.


Hay sin embargo en la muestra una carencia en la explicación del proceso creativo de la artista, según cuenta el texto, muy ligado a las matemáticas y los computadores. De modo que el visitante desconoce si las obras son el resultado de unos parámetros insertados en un programa o sin embargo se deben a la sencilla, poderosa y elegante sensibilidad del artista.

No obstante, el resultado, al margen del proceso, a menudo despreciado por los geométricos, es sobresaliente.

ELENA ASINS

ELENA ASINS. Fragmentos de la memoria